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Aquel 24 de septiembre de 1810 había mucho murmullo en el Salón de Cortes. Un clérigo de la Junta Suprema de Extremadura tomó la palabra entre cuchicheos, pero poco a poco fue captando la atención de todos hasta el silencio sacramental.

Separación de poderes, abolición de la Inquisición, libertad de prensa y poder del pueblo a través de la soberanía nacional. Le bastaron quince minutos para dar carpetazo al siglo dieciocho. Aplauso unánime en la sala.

La crónica de aquella primera sesión de las Cortes de Cádiz la firmó Benito Pérez Galdós. «Es el primer discurso del siglo diecinueve», sentenció el cronista. Su protagonista daría después nombre a calles, colegios, institutos y avenidas de toda Extremadura.

Diego Muñoz-Torrero fue uno de los protagonistas de aquella corte que se levantó contra los hermanos Bonaparte. Poco después presidió la comisión en la que los once diputados más relevantes redactaron la Constitución de 1812. A Cádiz llegó desde Salamanca. Allí era rector de su universidad, donde bebió de todo el movimiento liberal mientras estudiaba filosofía y teología. Su padre, el boticario de Cabeza del Buey, le preparó para el ingreso.

La infancia la pasó en la calle Convento número 12 y cualquiera que haya pasado por Cabeza del Buey habrá notado que en cada rincón del pueblo retumba su infancia. El colegio y el instituto llevan su nombre, un busto en la plaza de la Constitución y estos días muchos paneles anunciando que su vecino más ilustre tendrá una fundación con su nombre. Será mañana, 206 años después de que Diego Muñoz-Torrero alumbrara el constitucionalismo liberal.

Al acto principal previsto para las doce del mediodía se espera a los tres presidentes autonómicos de la Junta -Ibarra, Vara y Monago-, a la presidenta de la Asamblea -Blanca Martín- y a los rectores de Salamanca -Ricardo Rivero- y Extremadura -Segundo Píriz-.

Para el bicentenario
La alcaldesa socialista de Cabeza del Buey, Ana María Valls, dice que los vecinos llevaban tiempo reclamando más atención para el legado de Muñoz-Torrero. Ahora espera que la Fundación sirva para reivindicar a alguien que fue exiliado, perseguido y asesinado -marzo de 1829 cerca de Lisboa- por defender valores democráticos.

Se pusieron en marcha en el año 2011 con vistas al bicentenario de Cádiz, pero el empujó definitivo no llegó hasta el 2015. Hace tres años, recuerda la alcaldesa, contactaron con gente que pudiera ayudarles. La Asamblea de Extremadura se mostró muy interesada en acompañarles. «Ha sido nuestro motor y nuestra motivación para seguir con esto».

La Fundación se encargará ahora de promover investigaciones históricas, actos académicos o premios, pero sobre todo, resalta la alcaldesa, esperan que impulse el debate político sosegado. «Tan necesario en estos tiempos». Hay valores que se promulgaron entonces como la libertad de imprenta o la soberanía nacional que hoy siguen generando discusión. «La cuna de Muñoz Torrero es el lugar más adecuado para generar ese tipo de debates».

La Fundación también rastreará el legado del padre de 'la Pepa'. México, Brasil, Argentina o Bolivia también redactaron siguiendo lo que se ha fijado en Cádiz. «Era un hombre sencillo con una capacidad innata para llevar las demandas sociales a las instituciones. Fue uno de los que mejor vio lo que el pueblo necesitaba en aquel momento», según la alcaldesa.

En el pueblo también recuerdan a la monja concepcionista que guardó en el convento del pueblo la bandera de España con la leyenda 'Estremadura baja, Constitución, Cabeza del Buei' y con el escudo de la ciudad de Badajoz. «Puso en riesgo su vida porque con la vuelta del absolutismo todo lo que tenía que ver con el liberalismo era perseguido». Esa bandera está ahora en el Congreso de los Diputados.

De todo eso se hablará mañana en el centro cultural de Cabeza del Buey. «Fue un adelantado a su tiempo. Defendió el liberalismo incluso cuando no era fácil hacerlo», sentencia la alcaldesa.

Fuente HOY

El conquistador de México acompañó a Carlos I de España en una fracasada campaña contra el Norte de África. Cuando el Monarca dio orden de retirada, el extremeño pidió 400 hombres para tomar en persona la ciudad. Su plan no fue ni siquiera sopesado
La ambición de un anciano Hernán Cortés: conquistar Argel con un puñado de hombres Carlos I de España acometió la empresa de invadir Argel en 1541 con el objetivo de acabar con un importante enclave de la piratería en el Mediterráneo. La campaña, que acabó en un completo desastre a causa de los temporales, contó con la presencia de un centenar de grandes nobles y militares llegados de todos los confines del imperio de su Cesarea Majestad. Uno de los primeros en responder a la llamada de su monarca fue Hernán Cortés, conquistador de México y especialista en los combates contra fuerzas superiores en número. Sin embargo, cuando la situación amenazaba con convertirse en un desastre, el Emperador ordenó la retirada contra el consejo de Hernán Cortés, quien proponía tomar la ciudad argelina con la ayuda de un puñado de hombres. Su mala sintonía con el Rey fue puesta sobre la mesa: el hombre que había entregado un imperio era ninguneado en la Corte española. Una de las claves del éxito de Hernán Cortés en su lucha contra el Imperio azteca fue el saberse respaldado directamente por Carlos I. Así, para prevenirse de las desconfianzas del gobernador de Cuba – Diego de Velázquez–, el extremeño mandó ingentes cantidades de metales preciosos y cartas detalladas de sus avances a la Corte española desde el principio de su aventura. Dos capitanes fieles a Cortés, Portocarrero y Montejo, viajaron a Europa en busca del favor real para su capitán, cuando fue acusado de rebelión por el gobernador de Cuba. Y, si bien el nombramiento de Velázquez como Adelantado en el Caribe parecía dar ventaja a sus detractores, los informes que manejaba Carlos I eran favorables a apoyar al extremeño porque «está muy fuerte, los suyos le son fieles y le apoyan muchos pueblos indígenas». El resto del favor real lo ganaron sus victorias y el oro que vino con ellas.
Le concedió el título de Capitán General de todo el territorio conquistado
Tras consolidar sus conquistas, el extremeño viajó a España en 1529 para dar cuenta en persona de su aventura al Emperador. El prestigio de Cortés en los nuevos territorios era indiscutible, pero en España seguía contando con muchos detractores que le acusaban de saltarse las órdenes de Velázquez. El conquistador acudió al Consejo de Indias a limpiar su nombre y a protestar por los ataques sufridos desde la Península: no se le habían concedido los vasallos que él reclamaba y sus propiedades y privilegios habían sido usurpados por sus enemigos. Carlos I, que durante la comparecencia estaba ausente, denegó la reclamación de Cortés de ser gobernador de Nueva España, pero a cambio le concedió el título de Capitán General de todo el territorio conquistado, 23.000 vasallos y el marquesado del Valle de Oaxaca.
La amistad con el Emperador y las intrigas La visita a su país natal también sirvió a Cortés la ocasión de reunirse en privado con el Emperador. Se conocen pocos datos sobre el encuentro, salvo que fue una conversación larga y en primera instancia se causaron una buena impresión. La franqueza y sinceridad de sus palabras, propias del carácter del conquistador, agradó a Carlos I, que le mantuvo entre sus cercanos durante varios años. Y aunque la relación fue durante un tiempo cordial, lo cierto es que Cortés pasó a engrosar contra su voluntad la lista de nobles que rodeaban al Rey mendigando por cargos y prebendas. El extremeño, no obstante, se consideraba merecedor de reconocimientos sin necesidad de estar reclamando favores. La pobredumbre de las intrigas cortesanas terminaron afectando a su aparatoso orgullo.
La ambición de un anciano Hernán Cortés: conquistar Argel con un puñado de hombres
Museo del Prado
Retrato a caballo del Emperador Carlos V «¿Es que su Majestad no tiene noticia de ello o es que no tiene memoria?», escribió Hernán Cortés, sin pelos en la lengua, ante las promesas incumplidas del Monarca. La cautela de Carlos I a la hora de otorgarle mercedes se sostenía en su menosprecio por los asuntos del Nuevo Mundo cuando había prioridades en Europa de por medio y por los pocos apoyos con los que contaba el conquistador en la Corte. Para los europeos, los méritos en América sonaban a poca cosa. Así y todo, le concedió un botín considerable –extensas tierras, el cargo de Capitán y el hábito de la Orden de Santiago–, acaso insuficiente a ojos de Cortés. Ofendido y sin obtener lo que creía suyo por derecho, Hernán Cortés regresó a Nueva España para administrar sus propiedades. En 1540, una vez de vuelta a Castilla para resolver los interminables pleitos con la Audiencia y el Virrey de México, Cortés decidió acompañar al Emperador, con el cual para entonces mantenía una relación fría, en su cruzada para conquistar Argel, un foco de piratas berberiscos. Argel, llamada por algunos «la ladronera de la Cristiandad», era una importante base naval desde donde los piratas realizaran sus ataques contra los barcos procedentes de las posesiones italianas de Carlos I y sus aliados. Al frente de 65 galeras, 450 navíos de menor tamaño y 24.000 soldados, Carlos I y un centenar de nobles procedentes de distintos rincones de su imperio se propusieron demostrar que la ciudad musulmana, con fama de invencible, era tan vulnerable como cualquiera. Y entre aquellos nobles estaba el marqués del Valle de Oaxaca, Hernán Cortés, de 56 años (una edad elevada en esa época), acompañado de sus hijos Martín y Luis, que había costeado de su propio bolsillo un barco capitaneado por Enrique Enríquez.
El fracaso de Argel: humillado y agotado La enorme flota de invasión fue castigada desde el principio por las tempestades propias del otoño en el Mediterráneo, cuyos efectos habían llevado al marino Andrea Doria a aconsejar que se pospusiera la expedición. Nada hizo cambiar de opinión a Carlos I que ordenó el 25 de octubre de 1541 desembarcar a pocos kilómetros de Argel, una ciudad defendida por una guarnición de 800 turcos y 5.000 berberiscos. El viento hizo que poco más de una decena de bajeles pudiera tomar tierra, causando la pérdida de 150 navíos y 20 galeras en el intento. Los soldados de los tercios españoles al mando del Duque de Alba, la vanguardia de los ejércitos imperiales, consiguieron hacerse fuertes en la costa de Argel a la espera de refuerzos.
«Las opiniones de este gran soldado no eran consideradas en Europa»
Todavía empeorarían más las condiciones climáticas antes de que el Emperador convocara un consejo de guerra en el cabo de Matifou, donde la mayoría de nobles se inclinó por retirarse a más faltar. No obstante, algunos como Hernán Cortés o Martín de Córdova y Velasco, conde de Alcaudete, estimaban deshonrosa una retirada en ese momento y propusieron distintas alternativas. En concreto, el conquistador extremeño se ofreció a encabezar un desembarco de un puñado de hombres, algunas fuentes afirman que 400 soldados como los usados al inicio de la conquista de México, para tomar por sorpresa la ciudad. Apreciaba el extremeño –con bastante buen juicio en opinión del hispanista William S. Maltby en su libro «El Gran Duque de Alba» (biografía sobre el III Duque de Alba, también presente en esa reunión)– que, habiendo desembarcado ya algunas tropas, los riesgos que estuvieran por venir eran menores que exponerse a una retirada desordenada. Su plan, además, era valiente y corría a cargo de un hombre especialista en enfrentarse a fuerzas muy superiores, pero fue desechado sin ser siquiera considerado por el Emperador.
La ambición de un anciano Hernán Cortés: conquistar Argel con un puñado de hombres
Wikipedia
Grabado de la ciudad de Argel en el siglo XVI «Por extraño que parezca, las opiniones de este gran soldado no eran seriamente consideradas en Europa, y no se le prestó ninguna atención», destaca William S. Maltby en el mencionado libro. Ciertamente, Carlos I hizo oídos sordos a la sugerencia del hombre que derrumbó el imperio más poderoso de Norteamérica, y ordenó una retirada ese mismo día. El repliegue fue desastroso y hubo que echar al agua a los caballos para hacer sitio a toda la gente naufragada en el proceso, entre ellos a Cortés y a sus hijos. El viaje hasta España fue también muy accidentado, de modo que la flota cristiana quedó dispersa por una decena de puertos. Como si fuera un castigo divino, el Emperador tardó un mes en llegar a las costas españolas. Agotado y enfermo por el viaje, Hernán Cortés nunca recuperó las fuerzas perdidas en la que fue su última expedición guerrera. Además, el extremeño extravió la enorme fortuna que portaba en su barco naufragado, 100.000 ducados en oro y esmeraldas. En los siguientes años se estableció en Valladolid, donde retomó su actividad empresarial y se arropó de un ambiente humanista. Allí observó impotente como sus protestas al Emperador eran sepultadas una y otra vez por las intrigas de la Corte. A finales de 1545, el conquistador se trasladó a Sevilla con la intención de viajar una vez más a México, quizás con el empeño de acabar sus días allí. No en vano, murió en esta ciudad dos años después sin ver cumplidas sus demandas a la Corona y sin poder viajar a su querida Nueva España una última vez.

Fuente: ABC

EFE 16/10/2013 Un centenar de artistas, importantes coleccionistas y trece destacadas galerías de arte contemporáneo se darán cita en la nueva edición de la feria de arte contemporáneo Forosur Cáceres, que tendrá lugar del 24 de octubre al 24 de noviembre. Esta edición, presentada hoy en Madrid, tiene entre sus objetivos principales la búsqueda del patrimonio artístico del mañana y la necesaria colaboración entre las entidades públicas y los coleccionistas privados en todos los ámbitos del arte contemporáneo. Entre las principales novedades del certamen destaca el Gabinete Estampa, con proyectos de 13 galerías de arte; la exposición de la Asociación de Coleccionistas 9915, que muestra por primera vez de forma conjunta una selección de las colecciones de sus asociados; y la exposición de obras de la colección Teixeira de Freitas, una de las más importantes de Portugal. Los proyectos de Gabinete Estampa dan una visión del panorama actual del arte contemporáneo en la que se combinan artistas consagrados, tanto nacionales como internacionales, con algunos de los creadores emergentes con más futuro. Así, se pueden ver obras de Pérez Villalta, Gordillo, Rojo, Marco Maggi o José María Sicilia junto a Mutiu, Urrutia o Miren Doiz, todas ellas con el denominador común de ser dibujo, edición y obra sobre papel. Esta edición cuenta como artista invitada con Cristina Iglesias, quien expondrá en el patio del Museo de Cáceres su obra "Pozo IV (Variación 2)", expuesta en "Metonimia", la reciente exposición de la artista en el Museo Reina Sofía de Madrid El Museo de Cáceres será también escenario de la conferencia "Vías de aproximación a la obra de arte", impartida por el profesor y crítico de arte Manuel Vaz Romero. Además, Forosur Cáceres ofrece también "La conclusión nunca llega", un compendio de dibujos de la Coleçao de Desenhos de Madeira, que forma parte de la Colección Teixeira de Freitas y que está depositada en el Museo de Serralves. Entre los artistas más destacados figuran Mona Hatoum, Carlos Garaicoa, Los Carpinteros, Maurizio Cattelan, Ilya Kabakov, Pedro Cabrita Reis o Rivan Neuenshwander. La otra gran muestra del certamen está protagonizada por la Asociación de Coleccionista 9915, en la que se exhibe la parte más exquisita de algunas colecciones de arte contemporáneo de referencia de nuestro país. Serán 40 piezas sobre papel de formatos diversos, distribuidos en las tres salas de la Fundación Carmen Calles-Carlos Ballesteros, en las que se podrán contemplar obras de artistas como Le Corbusier, Braque, Kandinsky, Palazuelo, Sempere, Oscar Domínguez o un dibujo a plumilla de García Lorca.

El Boletin de la Real Academia de Extremadura

El Boletín es una de las publicaciones más importantes de cuantas edita la Real Academia de Extremadura. En él se reunen, año tras año, las firmas de los señores académicos con las de otros prestigiosos investigadores conformando un grueso volumen dedicado a los más diversos temas humanísticos como: la literatura, la historia, la música, el patrimonio, etc. La acedémica doña Carmen Fernández-Daza es actualmente su directora.

Antecedentes y origen de la Real Academia de Extremadura

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El 29 de diciembre de 1979, en la ciudad de Trujillo, los Srs. Don Antonio Vargas-Zúñiga y Montero de Espinosa, Académico de Número de la Real Academia de la Historia, Don Antonio Hernández Gil, Académico de Número y Presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Don Xavier de Salas y Bosch, Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Don Manuel Terrón Albarrán, Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia y Don Antonio Rubio Rojas, Académico Correspondiente de la misma, iniciaban, formalmente, la constitución de la Academia de Extremadura.

Siguiendo las normas del Instituto de España, tras tomar el acuerdo de fundación, fijaron la sede de la nueva Corporación en Trujillo, delimitando su ámbito regional, y suscribieron el Acta correspondiente con la formación de la prevista Comisión Gestora o Preparatoria integrada por Don Antonio Vargas-Zúñiga como Director, Don Manuel Terrón Albarrán como Secretario, Don Xavier de Salas como Tesorero y Don Antonio Hernández Gil como Censor. Destacadas personalidades extremeñas y, entre ellas, los Srs. Presidentes de las Diputaciones Provinciales de Badajoz y Cáceres, Don Luciano Pérez de Acevedo y Amo y Don Jaime Velázquez García, asistían al acto para apoyar la iniciativa. El Sr. Presidente de la Junta Preautonómica de Extremadura, Don Luis Ramallo García, remitía un telegrama de adhesión.

Nacía así la Academia como vieja aspiración de Extremadura y su entorno cultural, artístico y literario, puesto ya de relieve en la I Asamblea de Estudios Extremeños celebrada en Badajoz en 1948, y cuya propuesta de creación formuló en ella el poeta extremeño Don Joaquín Muntaner. Los Congresos de Estudios Extremeños, a partir de esta fecha, auspiciaron la iniciativa, principalmente el celebrado en Badajoz en 1968 con la destacada intervención de Don Antonio Rodríguez Moñino, y el de 1970 en Plasencia, donde se tomó el acuerdo de que los congresistas Srs. Conde de Canilleros y Don Manuel Terrón Albarrán preparasen borradores de estatutos y la documentación suficiente para la puesta en marcha de la nueva Institución.

Con la insistencia, nunca olvidada, de posteriores Congresos, en mayo de 1979, en el convocado en Trujillo con motivo del Centenario de Francisco Pizarro, cuyos actos presidió la Reina Doña Sofía, se tomó el unánime y urgente acuerdo de crear definitivamente la Academia, como así se hizo unos meses después.

La sede de la Real Academia de Extremadura: el Palacio de Lorenzana

 

En Trujillo se encuentra la sede de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, en el palacio renacentista de los Pizarro Hinojosa, señores de Torrecillas, y desde el 24 de junio de 1642 marqueses de Lorenzana, título concedido a don Álvaro Pérez Quiñones y Lorenzana, Gobernador de Panamá y Guatemala.

desdeSantaMaria

La creación de la Real Academia Extremeña fue publicada en el B.O.E. núm. 168, de 14 de julio del año 1980, podemos resaltar los a

rtículos 2º y 4º, que son muy explícitos:

Art. 2º.- El cometido de la Academia es ilustrar y exaltar los valores artísticos, históricos y literarios en todos sus campos y variedades de la región extremeña, y su vínculo y contribución a la cultura patria. De su misión se conjuga lo representativo y consultivo, y promoverá la investigación y estímulo para el mejor conocimiento, divulgación y salvaguarda de esos irrenunciables valores.

Art. 4º.- La sede de la Academia estará en la ciudad de Trujillo, ciudad que resume el acervo de cuantos valores históricos y artísticos encierra la región extremeña.

Las fachadas de este edificio hacen cara a la calle y plazuelas del Convento de Santa María y a la de los Moritos o Moriscos. El ángulo que por el Norte y Poniente forman los muros, es un atrevido ejemplar de finísima arista en la conjunción poligonal de los planos. Este atrevido logro de muros maestros dentro del equilibrio de empuje da singular belleza a los ventanales que en ambos lucen la estilística más fina del Renacimiento con su ornamentación clásica, por sus guirnaldas y otros elementos que obligan a catalogar a estos ventanales entre los más artísticos de Trujillo.

Fachada

Vamos a pasar a detallar los trabajos de rehabilitación que se han llevado a cabo en el Palacio de Lorenzana desde 1982 hasta la actualidad. En el año 1.982 el equipo de profesionales dirigidos por el arquitecto D. Luis González Asensio, redacta un proyecto de edificación en una 1ª fase, que según consta en la memoria del mismo comprende... "exclusivamente las obras necesarias para consolidación de muros existentes, construcción de muros de fábrica de piedra para apoyos de forjados y cubierta terminada, dejando el resto de la obra de albañilería, compartimentación interior, acabados, instalación, para su posterior desarrollo en fases sucesivas"

En la memoria de dicho proyecto se definían las obras de restauración ejecutadas, así como la justificación de las mismas: Para la reconstrucción de muros incompletos se estudió la morfología de la estructura resistente que se conserva de la que se deduce con claridad la existencia de dos recintos cuadrangulares en los extremos de la fachada principal que debieron servir de arranque para las dos torres laterales, que se recompusieron, estando fijada la altura de la torre más próxima a la Plaza de los Moritos, permaneciendo en pie algunos de sus paramentos. Esta torre es precisamente la parte que mejor se conservaba del edificio, en la que encontramos una ventana con arco de medio punto y pilastras laterales que se repitieron con frecuencia en los muros de nueva construcción correspondientes a otras fachadas y una ventana cuadrada con friso perimetral en bajorrelieve, de gran belleza, junto a la cual existía un enorme hueco en el que debió estar ubicada Otra ventana de la que no quedaban vestigios. En cuanto a la torre del lado opuesto, que debió alzarse frente a la Casa-Museo de la familia Pizarro, al ser de menor superficie en planta y para acentuar su esbeltez se levanta una planta más en altura que la otra torre, formando conjunto armónico con la Torre “Nueva” de Santa María, obra del siglo XVI, y la llamada “Torre Julia”, obra tardorrománica reconstruida en gran parte, si bien con menor altura que estas.

La situación y tamaño de los huecos en las fachadas está motivado por las exigencias del avance de distribución que se entregó con este proyecto, manteniendo las ventanas existentes en sus lugares originales con excepción de la ventana con arco de medio punto que se observa en planta primera que se trasladó desde otro muro interior para que se pueda apreciar con mayor facilidad.

En cuanto a la forma de los nuevos huecos se escogieron módulos rectangulares de distintas dimensiones, recercados en piedra granítica, que al tiempo que producen un efecto neutro para permitir que destaquen las ventanas antiguas existentes, resulten al mismo tiempo funcionales y fáciles de construir.

Además de las dos torres reseñadas, el cuerpo principal del edificio está compuesto por naves de una sola crujía en sus cuatro lados con dos plantas, conformando un patio interior, siendo el muro correspondiente a la fachada a la plaza de los Moritos el que se encontraba en mejor estado de conservación.

Desde el portal de entrada se accede al patio interior a través de una puerta con arco de medio punto y columnas laterales de granito. En este patio se dispone una zona porticada con arcada en planta primera para servir de paso cubierto entre las diferentes estancias de dicha planta y protege al mismo tiempo la escalera que pare desde el patio en planta baja a la planta primera.

El nivel del suelo en planta baja en el cuerpo de edificación con fachada a Plaza de los Moritos se encuentra a un nivel un metro más alto que dicha planta en todo el edificio, así como el de la planta primera. Sobre la planta primera se elevó una planta más en la torre más ancha, y dos plantas más en la más esbelta.

Desde la fachada en Plaza de los Moritos se tiene salida a un terreno con olivos cuya rasante es de tres metros más alta que el suelo de la plaza, contenido mediante un muro de piedra. Este muro se demolió en parte para reedificar la alineación en la calle de acceso a la fachada principal.

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La rehabilitación se ha ejecutado entre los años 1998-1999 por contrata con UTE, Construcciones Barquilla, S.A. y Construcciones González Tovar, S.L. según la dirección técnica de los arquitectos Rafael Mesa Hurtado y Jesús García Ruiz, con una inversión de 45.960.000 ptas. Para nuestro estudio hemos consultado en el Servicio de Obras del Excmo. Ayuntamiento de Trujillo el proyecto de ejecución de obras. El solar es de forma irregular con cuatro fachadas al espacio exterior, Alzado I 24,50 m., Alzado II -27,58 m., Alzado III 25,69 m. y Alzado IV - 15,56 m.

El programa de necesidades expuesto por el promotor se resume en la rehabilitación de plantas, y dos torres en sus extremos. La torre primera tiene dos alturas y la torre segunda solo tiene una altura.

El uso de la planta baja será para salones de reuniones y actos, el acceso es por el Alzado II, dando paso al zaguán, desde donde se proyecta el acceso a recepción, consejería y al salón de actos. Desde el zaguán podremos acceder al patio central del edificio, comunicado éste, con todas las dependencias de la planta baja y con las escaleras que dan acceso a la planta alta. La distribución interior de la planta baja consta de una sala, baño y cocina para la vivienda del conserje, un gran zaguán, tres aseos: masculino, femenino y para inválidos, un cuarto de instalaciones, una sala de reuniones previas, un salón de actos y un gran patio central.

La subida a la planta alta se realiza a través del ascensor y desde una escalera que parte desde el patio en planta baja. La distribución interior de esta planta se hace en función de las necesidades del edificio, teniendo dos zonas claramente diferenciadas. En las fachadas I, II, y III se proyecta la Sala de Reuniones, el Despacho del Bibliotecario, el Despacho del Director, la Secretaría y la Biblioteca, en la fachada III una Sala de Estar de la Vivienda del Conserje, los aseos y dos dormitorios con sus respectivos baños.

En la torre 1ª se ubican dos dormitorios destinados a la vivienda del conserje y en la torre 2ª se ubica la sala de estudios.

El elemento intermedio del patio sirve para intercomunicar todas las dependencias del edificio en sus dos plantas, así mismo para aumentar la iluminación y ventilación de las dependencias.

Este proyecto de ejecución contempla las obras a realizar en el interior del edificio, reformando y rehabilitando cada una de las plantas. Se han realizado las obras de estructura, albañilería e instalaciones necesarias para poner en uso la totalidad de la superficie. Se han realizado las demoliciones de distintos elementos, como escaleras, muros y huecos en forjados, para adecuar las plantas a las necesidades de la nueva distribución. Se ha realizado todo el saneamiento horizontal, bajo suelo, en la zona de los aseos y baños en la planta baja y en falso techo el de la planta primera. Rellenándose los huecos existentes debido al desnivel existente en la zona del salón de actos en planta baja. Se ha adecuado el edificio al Reglamento de la Ley de Promoción de la Accesibilidad en Extremadura del 24 de eneno de 1998.

En la planta primera, en la zona del patio, se ha realizado una pasarela de estructura metálica para acceder a la zona de despachos de esta planta. Se ha realizado toda la instalación de electricidad y fontanería según se indica en los planos y mediciones del proyecto. En planta baja y planta primera se han ubicado los cuartos de baño, aseos y dormitorios. En esta zona también se ha proyectado un ascensor. Se ha revestido todo el suelo del edificio exceptuando el del zaguán de entrada y el del patio que se adecentarán.
Se han alicatado todos los paramentos verticales de los arcos y cuartos de baño. En el Salón de Actos, Biblioteca, Despacho del Bibliotecario, Sala de Reuniones, Despacho del Director y Secretaría va un falso techo de yeso y vigas de madera. En todas las demás estancias del edificio el falso techo es de escayola lisa.

En todos los huecos exteriores de ventanas del edificio se ha realizado un recercado con enfoscado de mortero bastardo y cal morena. Todas las puertas de madera existentes en el edificio se han restaurado y la carpintería nueva de madera es lo más parecida a la original. La carpintería metálica está realizada en su totalidad, simplemente se ha lijado y se ha pintado conforme las mediciones del proyecto. Toda la tabiquería nueva se pintará con pintura plástica lisa, los demás paramentos de piedra se le aplicará una pintura con pasta rayada en vertical.

 

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