LUCERNA
Cuando en la oscuridad del desaliento
en su cavernoso cepo
apenas nos roza
la esperanza con su tacto de luciérnaga,
su vuelo más que alumbrar desorienta
porque aurora que principia
es hendidura que abisma
y que se lleva lo mismo que da la fuerza.
Diminuta criatura aérea, si me merodeas
inyecta en mi carne cansada
tu ovípara estirpe de estrellas,
dame el bebedizo opiáceo
de tu sabor de leyenda,
muéstrame Diosa antigua
tu plumaje de alabastro o el talco perfumado
de tu áura gigantesca,
que estoy sintiendo en mi espalda
la batida de tus alas turbulentas.
POÉTICA
Con diminutos sillares
livianos
una catedral de letras
estoy levantando,
con salmodias antiguas
trazo las bóvedas trazo los arcos...
Ciega por sus corredores largos
voy buscando una reliquia alguna capilla de santo.
A veces, es como si se pintara
algún retablo...
Quién sabe si el vaho de alguien
desprenderá la cifra
de su milagro.
FENÓMENO
Nada mejor, en las tristes tardes de septiembre,
donde todo el fulgor y la risa
se habían evaporado, dejándonos a cambio
un olor a sacapuntas a carteras sin estrenar
curtidas en las ferias de ganado que intransigentes
y antiguas asesinaban al verano,
que un rumor lejano entre las sierras
del trueno seguido de la culebra
del rayo,
Porque entonces algún Dios no nos dio
por olvidados.
A salvo ya del fiero tedio en la sala resguardados
con los padres y las madres …los vecinos, los hermanos...
todos los pies alzados en la silla de los palos
torneados
dejarnos ser mecidos por los rezos
de las viejas por los cuentos
de los rayos
por mil vacas y mil árboles por el cielo acuchillados,
por todos los antepasados que tragaron
el azufre
de ciclones en los campos…
Y en el alma
basculante la promesa del regalo:
El perfume de la tierra en la calle
descampada
tras haber sido igualados boquiabiertos
de tormenta
lo mismo adultos que infantes
ante el teatro de la abuela
deus ex machina mediando...
SE BUSCA
Ni sombra soy de lo que fuí
ando perdida como sin áncora
ahora que recuerdo la jornada
en que advertí
que toda persona tiene a la luz del sol
como un trasunto de sí
que de sus pies se desdobla o se levanta;
Andaría como siempre libre
y feliz trotando mi niñez
en alguna cuesta curva y soleada
desierta de gente sí, pero repleta de golondrinas
que volandeaban
a la altura de mi alma,
antes del mediodía las sospechas se confirmaban:
Otra más oscura niña y de escasa talla
con mis mismos remolinos mi misma falda
venía detrás de mí
-entre las tapias del romero se clareba-
en el atrio de la Iglesia jugó conmigo
conmigo vino hasta la plaza y
si cariñosamente, algún adulto me saludaba
paraba también conmigo cabeza baja.
Mentiría si no dijera que así de pronto me intimidó
su negra estampa pero
también conmigo daba saltitos cuando
se nos olvidaba contenta a ambas...
Qué miedo tenerle entonces
a tan ingenua compaña si parecía
al ir sin rostro tan aliviada
ser de mí misma una más fresca y clara constancia.
Desde aquel día no he vuelto a verla
ni a sentir su presencia sabia.
Busco a la sombra de aquella niña
doy recompensa a quien la traiga.
LABYRINTHOS
Devanando de mis pensamientos los hilos
hallo trabado entre sus cuerpos nítidos
la obtusa grisalla de que son ya dos noches
las que llevo con ésta soñando contigo,
Y huyo y esquivo la viscosidad
que segrega lo onírico al dificultar
la extracción de raíz que me gusta obtener
de cada filamento enterizo
y que mi memoria sabe rescatar
de su pozo infinito.
No obstante resbalo en la sustancia densa
patino.
Porque si con ésta son tres ya esta noche
las que haga soñando contigo
es probable que salten todas las alarmas
en los corredores donde el ideario
hecho extendido ovillo
se entrega en su transitar al diario ejercicio.
Nada estará a salvo entonces contigo, porque
en los desvanes con trenzadas sogas
de disertaciones
y férrea trigonometría de olvido
te tengo cautivo;
Y digo si de mi prisión de razones
lograras exilio ingobernable
arrasaría la luz de tu brillo mis mil
pasadizos...
Como muerdo de vida solar
horada la rutina pequeña
de un miope mamífero.